Lynch ha descrito con esmero cómo los seres humanos próximos contribuyen a mejorar nuestra salud y bienestar. Uno de sus estudios preferidos es aquel en el que demostraba que el número de personas que morían de infarto de miocardio era más del doble entre las personas que vivían solas que entre los casados. Sin embargo, si quienes vivían solos tenían un confidente, su esperanza de vida era la misma que la de los casados. Ahora bien, la cualidad del confidente no depende de la frecuencia de la interacción, sino de su presencia en la mente del sujeto. La frecuencia del contacto con el confidente puede ser mayor o menor. Sin embargo lo que importa es el bienestar permanente que nos produce saber que tenemos un confidente. Tener auténticos amigos y animales de compañía es importante, pero también lo es nuestra manera de representarlos mentalmente.
Se ha analizado la Terapia Asistida por Animales, como terapia asociada o coadyudante, para diversas patologías y condiciones del ser humano (por ejemplo, tercera edad, epilepsia, autismo, parálisis cerebral,salud mental, discapacidad mental, etc.,), con buenos resultados.
Se sabe y se debe de tener muy en cuenta que dicha terapia constituye una propuesta que pretende integrar todos los planos de trabajo: médico, psiquiátrico, psicológico, educativo y social.
Es de sobra conocido que la Atención Temprana es vital para que muchas capacidades o habilidades se desarrollen, o que se desarrollen en su máximo potencial. Cuanto antes se empieza a tratar a una persona con autismo mayor serán las expectativas de mejora y de cambio terapéutico con esta terapéutica asociada.
Muchas veces, el cambio en este tipo de personas y en otras patologías es lento y costoso. Se trata de encontrar terapias coadyuvantes o de reforzar las ya conocidas en la investigación (Fine, 2003). No debemos dejarnos vencer por el desánimo, hay que ser tenaz con los pequeños objetivos que vayamos marcando y persistente en conseguirlos.
Justificación: He colgado en el blog este vídeo ya que me ha parecido interesante la manera de trabajar con animales, ya sea en el propio centro educativo como en casa. En este caso, nos encontramos ante un niño con autismo al que le cuesta mucho prestar atención a lo que se le dice o se hace.
